Supersticiones y rituales en las bodas del mundo

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Los casamientos están llenos de ritos y costumbres diferentes en cada cultura, religión y país. En varios departamentos de Guatemala, por ejemplo, se hace el ritual de la petición de mano en tres visitas: en la primera, llega el papá del novio; en la segunda, ambos, y en la tercera, llevan comida. Se suelen preparar bebidas especiales como chocolate, como símbolo de abundancia, explica Erick García, investigador del Centro de Estudios Folclóricos.
Es común que el padre de la novia niegue la mano de su hija en la primera y segunda visitas, como símbolo de que debe insistirse. En la actualidad, muchos jóvenes han roto este ritual y se “roban” a las muchachas, refiere el antropólogo Carlos René García, lo que presagia mala suerte en el matrimonio, según se cree.

En los hogares de origen maya, además de celebrar la ceremonia religiosa, los novios pasan por un ritual de iniciación de matrimonio, en el que los consuegros los purifican y bendicen en la casa donde se festejarán las nupcias. Es una dualidad de cumplimiento con el ritual católico y con el prehispánico, dice el antropólogo.

En la aldea El Asintal, Retalhuleu, se acostumbra “comprar” a la novia, cuyos padres pueden llegar a pedir sumas elevadas, como condición al novio, para que demuestre que está solvente económicamente y que cumplirá con sus responsabilidades, afirma Érick García.

Estas son algunas creencias curiosas que se llevan a cabo en algunos países:

Rumanía

Una curiosa tradición de las bodas rumanas es el rapto de la novia. Los amigos del novio, el día de la cerenomia, secuestran a la afortunada (con toda la parafernalia, embozados y armados) y la llevan a un lugar emblemático, vestida de blanco. Allí se hacen fotos junto a monumentos o paisajes típicos de un álbum de boda, pero con el tono humorístico del juego del rapto. El novio debe negociar la liberación, generalmente a cambio de alcohol o una embarazosa declaración pública de amor. Una vez recuperada ya pueden celebrar la ceremonia por el pertinente rito de la iglesia ortodoxa rumana.

Marruecos

Las bodas en Marruecos no se limitan a un solo día, sino que, tradicionalmente, hay actos repartidos durante hasta siete días, con fiestas separadas para el novio y la novia. Los tres primeros son para realizar los preparativos y arreglar a la novia. El cuarto es la celebración. En las bodas marroquíes no suelen faltar el pescado, el pollo y el arroz, símbolo de la fertilidad y la abundancia entre los musulmanes. El quinto y sexto día tienen lugar las celebraciones; y el séptimo se guarda para que la pareja consuma el matrimonio.

Reino Unido

En las bodas británicas hay una costumbre que nunca suele faltar en las ceremonias: la lectura de los votos. Tradicionalmente solían hacer referencia a pasajes bíblicos sobre el amor, aunque poco a poco fueron dando paso también a poemas, letras de canciones y más habitualmente a declaraciones de fidelidad y amor eterno redactadas por los propios novios. La tarta de bodas suele ser de frutas, símbolo de la abundancia y la fertilidad.

Ecuador

En Ecuador, está considerado como signo de mala suerte que la novia tenga el vestido completamente terminado antes de la boda. Por eso, hasta el último momento, debe dejar algún detalle por terminar, por muy menor que sea, como por ejemplo dejar un hilo suelto. Tampoco puede ella confeccionarse su propio vestido (aunque esto cada vez es menos frecuente) ni llevar uno prestado o usado si quiere evitar ‘mal fario’.

Colombia

El tradicional pastel de bodas en Colombia recibe el nombre del ponque (originario del inglés «pound cake» o pastel de una libra). La base es el bizcocho de harina, huevos y azúcar, aunque la receta varía, y, sobre todo, el adorno llega a altas categorías artísticas. La novia no puede llevar perlas, porque es símbolo de lágrimas y un matrimonio desgraciado; sí, en cambio, una moneda en el dobladillo del vestido, augurio de fortuna. El novio cuidará de no llevar nunca torcida la corbata para que su vida en pareja tampoco se tuerza.

Alemania

El «Polterbend» es una tradición alemana previa a la ceremonia. Consiste en romper piezas de porcelana para traer buena suerte en el matrimonio. La creencia germánica sostenía que ahuyentaba los malos espíritus. Cada invitado debe traer su propia cerámica o porcelana, nunca cristal ya que traería mala suerte. Se celebra normalmente frente a la casa de la novia el viernes anterior a la boda y suele ofrecerse un pequeño aperitivo. Sirve también para invitar a aquellas personas que no acudirán al banquete.

Italia

Una particularidad de los casamientos en Italia son las numerosas supersticiones que hay que tener en cuenta para asegurar la felicidad del matrimonio o, al menos, no gafarlo. Trae mala suerte comprar a la vez el anillo de compromiso y las alianzas. Mejor llevar un velo usado por una novia que ya disfrute de un matrimonio feliz. Un novio no puede volver sobre sus pasos una vez haya salido de casa: si ha olvidado algo, mejor enviar a un amigo o un familiar. Y hay que evitar casarse un martes o un viernes. Los esposos italianos, a diferencia de España, no llevan el anillo en la mano derecha, sino en la mano izquierda.

Francia

Cada vez es más habitual en las bodas españolas tomar un aperitivo entre la ceremonia y el banquete. En Francia, sin embargo, es una tradición casi obligada y de mayor duración. Se llama «le vin d’honneur». Es una especie de pequeña recepción en un jardín cercano o en el mismo lugar del banquete, con canapés y cócteles, mientras los novios se relajan y saludan a algunos invitados que no están invitados al gran banquete, más reservado. El Kir Royale (champán con licor de grosella) es habitual, además del vino, cócteles y, como no, el champán.

China

Las bodas en china se han occidentalizado y cada vez son más las novias que visten de blanco en lugar del tradicional rojo, aunque el color de la alegría siempre está presente y domina la escena. La tradición marca que la boda, más que la unión de dos personas, es la unión de dos familias, y por tanto todos los ritos están enfocados a la entrada de un nuevo miembro al núcleo familiar. La tradición china cuida más los detalles de los preparativos de la boda que de la ceremonia en sí, más ligera, y con una lista de invitados muy pendiente de la promoción social. Así, antes del casamiento, los novios participan en numerosos actos, como intercambio de regalos entre familias o el traslado de la dote de la hija a la casa del novio.